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La planta eléctrica virtual de Puerto Rico contribuye a la confiabilidad de la red durante el pico de demanda del verano

December 16, 2025
Cathy Kunkel

El almacenamiento distribuido y a gran escala pueden resolver la crisis de confiabilidad de la generación en la isla

El almacenamiento con baterías distribuido está contribuyendo de forma importante a la confiabilidad de la red eléctrica en Puerto Rico. 

El programa de Intercambio de Energía en Baterías para los Clientes de LUMA Energy, el operador de red eléctrica, les paga a los propietarios de baterías distribuidas (que han instalado baterías junto con sistemas solares en los techos) por utilizar una parte de su energía almacenada para abastecer a la red cuando la misma corre el riesgo de quedarse corta. Para el mes de octubre de 2025, 81,104 clientes estaban inscritos en el programa, con un total de 500 megavatios (MW) de capacidad de almacenamiento, es decir, el tamaño de una central eléctrica de gran tamaño. Sin embargo, no toda esa capacidad está disponible para ser utilizada en un momento dado. Durante la temporada de máxima demanda, de junio a octubre de 2025, esta batería virtual se despachó 49 veces, utilizando un promedio de 33 MW por evento. En muchos casos, se utilizó para evitar o reducir la magnitud de los apagones cuando la capacidad de generación disponible era insuficiente para satisfacer la demanda.

En el último año, Puerto Rico ha emprendido numerosas iniciativas para abordar sus continuos problemas de fiabilidad en la generación. Entre ellas se incluyen planes para nuevas centrales de gas y almacenamiento en baterías a escala comercial. Sin embargo, el añadir baterías distribuidas como "planta generatriz virtual" (VPP, por sus siglas en inglés) ha demostrado ser la solución más rápida para empezar a abordar los continuos problemas de fiabilidad de la generación de Puerto Rico.

En octubre de 2024, LUMA publicó un Estudio de Adecuación de Recursos que cuantificaba el déficit de capacidad de generación fiable y evaluaba distintas opciones para abordarlo. Siguiendo la práctica habitual de la industria, el estudio adoptó un enfoque probabilístico (basado en la posibilidad de que cualquier unidad generadora estuviera fuera de servicio a cualquier hora) para estimar cuántas horas al año la demanda del sistema superaría la oferta de energía disponible en diferentes escenarios. En el caso base, LUMA estimó que los puertorriqueños experimentarían apagones por falta de generación en 36 días en el año fiscal 2025. A continuación, LUMA evaluó las nuevas centrales eléctricas a partir de combustibles fósiles, el almacenamiento en baterías a escala comercial, la energía renovable a escala comercial y la respuesta a la demanda para determinar en qué medida la adición de diferentes recursos al sistema reduciría las horas de carga no servida. (Una VPP no estuvo entre las opciones consideradas). El estudio utilizó el estándar de la industria en los Estados Unidos de una hora de pérdida de carga cada 10 años. Dos de los escenarios de LUMA cumplían con esta norma:

  • La adición de 1,240 MW de almacenamiento en baterías a gran escala, o;
  • Una nueva central termoeléctrica de unos 1,000 MW.

Vale la pena destacar que Puerto Rico está en vías de alcanzar la primera de estas opciones: la adición de grandes cantidades de almacenamiento en baterías a escala comercial. De hecho, IEEFA estima que Puerto Rico tiene más de 1,200 MW de almacenamiento en baterías a escala comercial en desarrollo, incluido el programa de almacenamiento de energía en baterías de 430 MW de Genera, el Programa Acelerado de Aumento de Almacenamiento (ASAP, por sus siglas en inglés) de LUMA y los contratos de un proceso de adquisición de energía solar y almacenamiento a escala comercial de la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico (PREPA, por sus siglas en inglés). Es probable que todos estos proyectos empiecen a funcionar comercialmente en un plazo mucho más breve que los cinco o seis años necesarios para construir una central generatriz de gas.

A pesar de los avances en el almacenamiento en baterías, tanto distribuidas como a escala comercial, el Negociado de Energía de Puerto Rico ha aprobado una nueva central de gas de 560 MW y la adquisición de 3,000 MW adicionales de capacidad centralizada "para estabilizar el sistema eléctrico".

Puerto Rico tiene el objetivo de alcanzar el 100% de energía renovable para el año 2050. Seguir apostando por los combustibles fósiles importados podría perpetuar la inestabilidad fiscal del sistema eléctrico y mermar la capacidad de la isla para cumplir su objetivo con respecto a las energías renovables. El pueblo de Puerto Rico estaría mejor servido si el gobierno se enfoca en las soluciones de almacenamiento en baterías que ya funcionan.

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Cathy Kunkel

Cathy Kunkel is an Energy Consultant at IEEFA.

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