A pesar de la existencia de un consenso institucional acerca de importancia de la energía renovable en el ámbito de la red eléctrica de Puerto Rico, los encargados de la operación diaria participan de esfuerzos agresivos para la expansión en el uso de gas natural.
El Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA, por sus siglas en inglés) ha documentado tropiezos potenciales respecto a alcanzar el mandato legislativo de Puerto Rico para los objetivos en energías renovables, los cuales especifican un 40 % en dicho rubro para el año 2025.
La transformación de Puerto Rico hacia el uso de energías renovables se encuentra bien encaminada, aunque se está llevando a cabo únicamente a nivel de hogares y negocios individuales donde se instalan placas solares en los techos junto con baterías.
Los esfuerzos más recientes de la Junta de Supervisión Fiscal (FOMB, por sus siglas en inglés) para socavar el uso de la energía solar en los techos son un ejemplo de mala gestión y planificación deficiente que podrían retrasar drásticamente la expansión de las energías renovables en Puerto Rico.
En los últimos años, los hogares y negocios en Puerto Rico se han movido con rapidez a instalar placas solares en los techos junto con baterías con el fin de mejorar su resiliencia ante la falta de confiabilidad del sistema eléctrico. Estas acciones representan un aspecto destacado en la transformación del sistema eléctrico de Puerto Rico hacia una mayor utilización de energías renovables. En este informe se describe el avance en general de Puerto Rico hacia la muy anunciada transición al uso de energías renovables: un esfuerzo que presenta retrasos y está plagado de conflictos de interés significativos.
Existe un amplio consenso entre las partes interesadas con respecto a la necesidad de llevar a cabo la transición hacia el uso de energías renovables:
A pesar de un consenso institucional continuo y en múltiples ámbitos que tomó años desarrollar, los encargados de la operación diaria de la red eléctrica participan de esfuerzos agresivos para la expansión en el uso de gas natural. La compañía a cargo de la generación eléctrica tiene un modelo de negocios basado en la creación, desarrollo y expansión del uso de gas natural, empleando una estrategia de inversión altamente especulativa. New Fortress Energy, la compañía en cuestión, les informó a sus inversionistas que el futuro de Puerto Rico es el gas natural. Transacciones recientes encabezadas por la compañía, con la autorización del gobierno de la isla, parecen estar diseñadas para obtener dicho resultado.
Por otro lado, la FOMB ha adoptado una serie de políticas contradictorias que le restan importancia a la expansión del uso de energías renovables. Específicamente, la FOMB está adoptando medidas para reducir la compensación por “medición neta”, una herramienta de importancia fundamental que ha promovido la adopción generalizada de las placas solares en los techos. Este pago para los clientes por el exceso de energía que se exporta a la red ha sido esencial con respecto al crecimiento en el uso de placas solares instaladas en los techos, la única fuente de energías renovables en Puerto Rico que ha mostrado un rápido crecimiento.
La Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico (PREPA, por sus siglas en inglés) ha emprendido un plan para desarrollar nuevas instalaciones de energía solar a gran escala, conforme a lo dispuesto por el Negociado de Energía de Puerto Rico. Hasta la fecha, y aunque el plan se puso en marcha en el año 2020, no se ha instalado generación a través de energía solar bajo el plan de infraestructura energética debido a que los esfuerzos se han visto entorpecidos por mala administración y presiones relacionadas con el costo.
En este informe se documentan los tropiezos con respecto a alcanzar el mandato legislativo del Puerto Rico para los objetivos en energías renovables, los cuales especifican un 40 % en dicho rubro para el año 2025. La necesidad de Puerto Rico respecto a incrementar el suplido de energías renovables (el cual actualmente corresponde al 9 %) es un hecho ampliamente aceptado por los residentes de la isla, quienes han instalado placas solares para conseguir resiliencia ante el peligrosamente inestable sistema de energía eléctrica. Casi siete años después del huracán María, la red de Puerto Rico sigue siendo anticuada e incapaz de ofrecer un servicio confiable. Según se documenta en este informe, durante los últimos siete años, decenas de miles de hogares y negocios individuales han optado por instalar sistemas de energía solar con baterías de respaldo para poder contar con un suplido de energía eléctrica confiable, en gran medida sin recibir algún beneficio a través de subsidios directos. Esto también representa una contundente muestra de desconfianza en los encargados del sistema eléctrico.
El IEEFA ofrece una serie de recomendaciones que pueden ayudar a remediar algunos de los problemas que se identifican en este documento: