Las fuentes de energía renovables proporcionan actualmente el 9% de la energía de Puerto Rico, debido a hogares y empresas individuales.
El crecimiento de las energías renovables (especialmente la solar y de baterías) es una respuesta a la incapacidad de la isla para proporcionar electricidad asequible y confiable.
La transición de Puerto Rico a la energía renovable se ve amenazada por la Junta de Supervisión Fiscal y el operador de sus plantas de energía.
La legislatura y el Negociado de Energía de Puerto Rico están presionando por más energía renovable; la junta de supervisión federal y un operador de plantas eléctricas están vinculando su futuro al gas natural.
Los residentes y las empresas de Puerto Rico han actuado rápidamente para instalar almacenamiento y energía solar en los techos en los últimos años para mejorar su resiliencia frente a un sistema de energía poco confiable. El último informe del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA) destaca este punto en la transformación del sistema eléctrico de Puerto Rico hacia más energía renovable, un esfuerzo que en general está retrasado y plagado de importantes conflictos de intereses.
IEEFA considera que la tan promocionada transición de Puerto Rico a la energía renovable está amenazada tanto por los últimos esfuerzos de la Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico (JSAF) para socavar la expansión de energía solar en los techos de la isla, como por los esfuerzos de New Fortress Energy para expandir el suministro de gas natural a la isla, donde su subsidiaria Genera PR tiene un contrato para operar la mayoría de las plantas eléctricas de Puerto Rico.
“Casi siete años después del huracán María, la red de Puerto Rico sigue siendo anticuada y es incapaz de brindar un servicio confiable. Los apagones que Puerto Rico está experimentando son otro ejemplo de la importancia de la energía solar en techos para proveer resiliencia a hogares”, dijo Tom Sanzillo, director de análisis financiero del IEEFA y autor del informe. “Nuestro informe documenta las decenas de miles de hogares y empresas que han estado instalando energía solar con respaldo de batería durante los últimos siete años, en gran medida sin el beneficio de ningún subsidio directo, para tener un suministro confiable de electricidad. Esto demuestra la abrumadora falta de confianza de los residentes en los gestores del sistema eléctrico”.
La generación de energía renovable en Puerto Rico actualmente es del 9%, por arriba del 2% al 3% que se tenía antes del huracán María en 2017, y todo el crecimiento se debe a que hogares y empresas individuales instalan almacenamiento y energía solar en los techos.
Existe un amplio consenso entre las partes interesadas sobre la necesidad de hacer la transición a las energías renovables:
A pesar de este consenso, la JSAF ha atacado recientemente una ley de Puerto Rico para extender la medición neta (la política que compensa a los propietarios de energía solar a la tarifa minorista por la energía exportada a la red) hasta 2030, amenazando con llevar al gobierno del Estado Libre Asociado a los tribunales si no deja sin efecto esta ley.
Y una de las amenazas a largo plazo más importantes para esta transformación es la presencia de Genera PR, subsidiaria de New Fortress Energy, como operador de las plantas de energía de Puerto Rico. New Fortress ha declarado públicamente que su objetivo es que el futuro del sistema eléctrico de Puerto Rico sea de gas natural, “complementado” con energía solar y almacenamiento. Esta afirmación contradice flagrantemente la política pública de la isla de transición hacia energías 100% renovables. La acción más significativa que podría tomar el gobierno de Puerto Rico para señalar su compromiso con su propia política pública energética sería la cancelación del contrato con Genera.