La semana anterior a la Navidad, la Junta de Supervisión y Administración Financiera de Puerto Rico (JSAF) anunció cautelosamente un plan para que el Gobierno del estado libre asociado preste casi 1000 millones de dólares a su Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) con el fin de facilitar la privatización del sistema de transmisión y distribución de la isla.
La presentación escasamente documentada del plan revela que la privatización del sistema de transmisión y distribución va camino de no suponer ningún ahorro para los habitantes de Puerto Rico.
En junio de 2020 la AEE firmó un contrato de servicios de operación y mantenimiento por un periodo de 15 años con LUMA Energy. Aunque a menudo se describe como una concesión de la transmisión y la distribución, las responsabilidades de LUMA van mucho más allá de la operación del sistema de transmisión y distribución, en la práctica LUMA se hará cargo de todas las funciones de la AEE excepto la de la operación de las centrales generadoras, que la AEE también tiene previsto privatizar.
La AEE ya está traspasando sus funciones a LUMA y, según lo previsto, esta asumirá el control como operadora del sistema en junio. No obstante, antes de que LUMA pueda empezar a prestar sus servicios, el contrato obliga a la AEE a depositar en cuentas de reserva fondos suficientes para cubrir las previsiones de gastos operativos e inversión en activo fijo para cuatro meses y medio, así como los gastos de dos meses en compra de combustible y energía. Los fondos de las cuentas se repondrán todos los meses, supuestamente con dinero recaudado mediante las tarifas y con fondos federales (para inversiones en activo fijo).
Pero la AEE no tiene suficiente efectivo para pagar los gastos operativos anticipados de la transacción de LUMA, lo que explica la necesidad de un préstamo de 894 millones de dólares del estado libre asociado. En teoría el préstamo estabilizará las finanzas de la AEE y dejará claro que la recién privatizada AEE será capaz de cumplir sus compromisos con los proveedores.
El plan refleja los muchos problemas de este tipo que han aquejado a la AEE
Sin embargo, el documento de la JSAF que revela el plan para este préstamo refleja los muchos problemas de este tipo que han aquejado a la AEE cuando en ocasiones anteriores ha intentado mejorar su posición financiera. La presentación financiera que contiene el documento no es creíble y más que aclarar dudas, las plantea. Además, la justificación del préstamo está basada en los ahorros que se prevé que generará el contrato de LUMA, pero están mal documentados y no hay mecanismos de rendición de cuentas.
ESO PLANTEA TRES DUDAS:
En primer lugar, la presentación financiera de la JSAF no es creíble. Una de las cuentas de reserva que la AEE tiene que cubrir es para inversión en capital fijo con financiación federal, por un importe de 283 millones de dólares. Si esta cantidad se va a financiar con fondos federales, ¿por qué está incluida en el préstamo total del estado libre asociado? En el documento también se señala que la AEE tendrá que pagar aproximadamente 500 millones de dólares de deuda en los próximos dos años para salir de la quiebra declarada conforme al Título III de la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (PROMESA por sus siglas en inglés). ¿Este gasto va a salir de las tarifas eléctricas o la EAA va a tener que tomar dinero prestado otra vez para hacer frente a esa deuda?
En segundo lugar, el documento de la JSAF da a entender que la amortización se puede financiar con los ahorros que se deriven del contrato. Esto plantea la pregunta obvia de cuánto está previsto que ahorre la AEE. Es imposible saber la respuesta y claramente no fue un factor determinante a la hora de tomar la decisión de privatizar la AEE, aunque no sea esa la versión oficial. Como reveló una solicitud anterior de documentos públicos por parte de IEEFA y CAMBIO, no se hizo ningún estudio de costes y beneficios antes de decidir privatizar el sistema de transmisión y distribución. El contrato de LUMA no exige ningún nivel de ahorro. Incluso los parámetros de rendimiento financiero que permiten que LUMA cobre una cuota adicional de incentivo están basados en que LUMA se mantenga dentro de los presupuestos anuales, no en que logre ningún nivel básico de ahorro.
El único documento público asociado al contrato de LUMA en el que se calcula algún nivel de ahorro es en un informe de FTI Consulting publicado como apéndice del informe resumido de la Autoridad para las Alianzas Público-Privadas de Puerto Rico sobre el contrato de LUMA. El informe de FTI señala que, si “hipotéticamente” una operadora privada pudiera reducir los gastos de explotación un 10 % y si “hipotéticamente” pudiera mejorar la eficiencia del sistema un 10 %, el resultado sería un ahorro anual de 294 millones de dólares anuales. Esa parece ser la base de las estimaciones de ahorro de la JSAF, aunque ni hay un análisis de cómo se conseguirían en la práctica esos ahorros ni LUMA se ha comprometido a ello.
El desdén con el que se ha tratado el ahorro no es sorprendente teniendo en cuenta que la AEE no ha previsto con precisión los ahorros de la conversión de su central de San Juan a gas natural, ni ha hecho al contratista del proyecto responsable de obtener tal ahorro.
Utilizando las cifras correctas, el ahorro anual solo ascendería a 44 millones de dólares en siete años
Por último, la JSAF ha presentado una estimación obsoleta de las tarifas de LUMA que no refleja que el acuerdo suplementario al contrato de LUMA exige tarifas iniciales más elevadas. Utilizando la estructura tarifaria correcta y las previsiones de la JSAF para el cálculo se obtiene como resultado un posible ahorro de 44 millones de dólares al año durante los próximos siete años.
Pero ahora parece que algunos de los hipotéticos ahorros tendrán que ser dedicados a amortizar un préstamo. ¿Cuáles son los términos de este préstamo? En el documento de la JSAF no se abordan, pero un préstamo al 6 % (comparable con los préstamos que la AEE ha recibido anteriormente del Banco Gubernamental de Fomento para Puerto Rico) a 15 años, como se indica en el contrato, costaría a la AEE 92 millones de dólares anuales. Incluso un préstamo sin intereses costaría a la AEE 60 millones de dólares anuales, más que suficiente para eliminar todos los ahorros “hipotéticos” del contrato de LUMA.
En resumen, la iniciativa de transformación ideada por la AEE va camino de no generar ahorros, exacerbar su endeudamiento, debilitar su mano de obra (con un contrato que rechaza explícitamente los convenios colectivos existentes) y desviar la atención de las iniciativas de energía renovable, todo ello al mismo tiempo que permite que LUMA y sus filiales accedan los casi 10 000 millones de dólares de los futuros fondos federales para la reconstrucción del sistema de transmisión y distribución.
Versión original: Credit support for PREPA, a sensible tool or another wasteful gimmick?
Cathy Kunkel ([email protected]) es analista finanzas de la energía de IEEFA
Tom Sanzillo ([email protected]) es el director de análisis financiero de IEEFA.
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